Según el Ministro de Justicia de Marruecos: “Si se
permitiera a los infieles adoptar niños marroquíes los convertirían al
cristianismo”
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El moro mierda de turno. |
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Erase una "mujer" debajo de un casco |
No encuentro las declaraciones de "la mujer del casco", donde dijo después de reunirse con autoridades marroquíes en Toledo, que marruecos estaba intentando encontrar a los padres de los menores marroquíes que están en España.
Los españoles que quieren adoptar a un niño marroquí siempre
ven rechazadas sus solicitudes, porque “podrían convertir al menor al
cristianismo”. En Marruecos son abandonados cada año más de 5.000 niños.
Mustafá Ramid, ministro de Justicia marroquí, ha declarado
que si se permitiera la adopción de huérfanos a familias infieles…
aproximadamente 30.000 niños se encontrarían en “riesgo” de ser evangelizados
durante los próximos 20 años.
Según la Kafala, norma que regula el régimen jurídico de la
adopción en el sultanato, los no musulmanes pueden adoptar a menores del país,
pero en la práctica únicamente son tramitadas las solicitudes presentadas por
mahometanos. La cuestión religiosa es el único obstáculo que se interpone entre
un huérfano abandonado y una familia occidental, que puede convertirlo, según
extendida creencia de las autoridades, al cristianismo.
Mustafá, interpelado por el hecho de que familias españolas
hayan visto rechazadas sus solicitudes de adopción, ha afirmado que él, como
Ministro de justicia, no interviene en tales asuntos. Tampoco, al parecer, sabe
nada de los menores que en pateras son enviados a España desde Marruecos, hecho
que para muchos entraña menos peligro que un supuesto bautismo.
Marruecos exporta a sus famélicos menores a España y en las
condiciones más penosas; opone tenaz resistencia a que le sean devueltos, lo
que ocasiona a España gastos considerables y no pocos problemas de integración
y delincuencia… a los funcionarios del sultanato no les preocupa que sus
menores se ahoguen en las aguas del Estrecho, pero les espanta que puedan ser
adoctrinados en otra religión o en el ateísmo.
Mustafá es un buen musulmán. Y piensa, en conciencia, que es
mejor la miseria y el hambre para un niño marroquí que un hogar occidental
seguro donde su fe islámica pudiera estar en peligro. Además, siempre habrá
tiempo de enviarlo al otro lado del Estrecho en patera… o en los bajos de un
camión. Lo de Mustafá podrá ser discutible, pero es su cultura, su repugnante
cultura.