Internacional: El rey Mohamed de Marruecos es el séptimo monarca más rico del mundo
El rey Mohamed de Marruecos es el séptimo monarca más rico del mundo
ALI LMRABET. Corresponsal
RABAT.- ¿Quién lo hubiera dicho? O mejor: ¿Quién no lo hubiera dicho? Según la revista norteamericana Forbes, el rey de Marruecos es una de las cabezas coronadas más ricas del planeta. Con un patrimonio personal estimado en 2.000 millones de dólares, Mohamed VI ocupa el séptimo puesto de las grandes fortunas monárquicas del mundo. Como era de esperar, el soberano alauí no llega a la suela de los zapatos de los primeros afortunados de la lista de los 15 monarcas elaborada por Forbes. El sultán de Brunei, Hasanal Bolkiah, se lleva la palma con 22.000 millones de dólares, seguido por su colega de Abu Dhabi (21.000 millones), el jeque Zayed. Después viene el rey Abdalá, de Arabia Saudí (19.000 millones), y el emir de Dubai, el jeque Mohamed bin Rashid al Maktum (16.000 millones).
Pese a este inconveniente, Mohamed VI se puede consolar sabiendo que su fortuna duplica la del jeque Hamad bin Jalifa el Tani, el jefe de Estado de Qatar y fundador de la cadena por satélite Al Yazira (1.000 millones de dólares), triplica la de la reina Isabel de Inglaterra (600 millones) y cuadruplica la del jeque Sabah al Ahmad al Sabah de Kuwait (500 millones).
Pero lo que distingue al soberano alauí del resto de los ricos monarcas es que reina sobre un país no muy acaudalado. Si la mayoría de los 14 monarcas del Top 15 de Forbes dirigen prósperos estados petroleros o países desarrollados, la situación social y económica de Marruecos es distinta. Con una tasa de desempleo del 10% (el doble, según cifras reales), la fortuna de Mohamed VI puede parecer inmoral a muchos. Además, con 4.600 dólares (según cifras del Banco Mundial en 2006), el PIB por habitante del país es muchísimo más bajo que el de países gobernados por los monarcas de la lista Forbes. Por ejemplo, el PIB por habitante de Brunei es de 25.600 dólares y el de Reino Unido, de 31.800.
Un castillo en París
Para cuantificar la riqueza de Mohamed VI, Forbes basó sus cálculos sobre la parte visible de la fortuna real, como su participación en el omnipotente holding ONA, que controla la mayoría de los sectores de la economía del país; las tierras confiscadas a los colonos franceses y varias residencias de lujo en el extranjero como el Château d'Armainvilliers de las afueras de París, una mansión de 200 habitaciones y un parque de 400 hectáreas. El semanario independiente marroquí Le Journal hebdomadaire, que publica estos datos, añade con mucha cautela que «algunos rumores habían circulado (recogidos por Le Monde) sobre los beneficios que Hasan II sacaba del comercio de hachís cultivado en Marruecos», pero termina afirmando que «este improbable tráfico nunca fue probado».
Al subir al trono en 1999, Mohamed VI se proclamó «rey de los pobres». Unos años más tarde, en una entrevista con una publicación francesa, rectificó y se declaró también «rey de los ricos».
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